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El recorte del 23% en la ayuda al desarrollo en España tendrá graves consecuencias en las personas de los países empobrecidos

La actual crisis económica ha destruido el empleo de cerca de 30 millones de personas en todo el mundo. En 2009 se superó la barrera de los de 1.000 millones de personas que pasan hambre, la mayor cifra que se tiene registrada, y el índice de pobreza extrema aumentó en 64 millones más. Ante este alarmante contexto, los drásticos recortes en los presupuestos de Ayuda Oficial al Desarrollo -AOD- en España, que asciende a un total del 23% respecto al 2009, van a tener graves consecuencias en cientos de miles de personas de los países empobrecidos.

“El recorte de la ayuda al desarrollo es moralmente injustificable e ignora las dramáticas consecuencias humanas que trae consigo: supone un lamentable freno a los avances conseguidos para millones de personas en sectores como la educación o la salud. En un momento en el que 1 de cada 6 personas pasan hambre, y los efectos del cambio climático son cada vez más devastadores, el gobierno no debe ahorrar a costa de las personas más pobres” señala la directora general de Intermón Oxfam, Ariane Arpa, en la presentación del informe de “La realidad de la ayuda 2010”.

Las estimaciones referidas a anteriores crisis económicas, nunca del calado de la actual,  indican que la ayuda al desarrollo tardaría unos 10 años en recuperar el nivel anterior a la crisis. Según Arpa, “cuando se recortan programas sociales y agrícolas en contextos de extrema pobreza, es enormemente complejo recuperar el terreno perdido. Si durante un año no puedes cuidar ni abonar la tierra, la cosecha no se recupera al año siguiente. Cuando el gobierno hace recortes de este tipo pone en riesgo actuaciones en las que ya se han invertido muchos recursos”.

El descenso de la ayuda tiene una traducción inmediata en la vida de las personas que con más virulencia están sufriendo las consecuencias de la crisis. Con los 1.218 millones de euros recortados entre los presupuestos 2010 (300 millones) y 2011 (918 millones), se podría pagar:

-El sueldo anual de más de 600.000 matronas en África, donde cada matrona salva la vida de 219 mujeres al año, lo que significa que sin estos recursos, casi 128  millones de mujeres verán su vida puesta en grave riesgo.

-El tratamiento para el SIDA para más de 3 millones de enfermos durante un año.

-Más de 6 millones de vacunas contra el sarampión que curarían a millones de niños menores de 5 años.
“Reducir la ayuda al desarrollo no es la solución para salir de la crisis, ni es algo inevitable. En este caso el gobierno se ha equivocado; debería haber optado por seguir el ejemplo de otros países europeos como Irlanda, que tras haber vivido un rescate económico apenas ha reducido su ayuda, manteniéndola en el 0,5% de su Renta Nacional, y cumpliendo con sus compromisos internacionales.” añade Arpa.

Según el informe, en España en 2009 la partida destinada a AOD fue de 4.728 millones de euros- un 1% menos con respecto a 2008-, lo que la situó en el 0,46% de la Renta Nacional Bruta -RNB-. Para 2011, la ley de Presupuestos Generales del Estado estima que el porcentaje se situará en el 0,4%, muy lejos del objetivo europeo trazado para 2010 de llegar como mínimo al 0,51% y alejándose del 0,7% para 2015.

Estos recortes son aún más preocupantes “porque se aplican precisamente a sectores claves para la erradicación de la pobreza tales como la salud, la educación y la seguridad alimentaria en lugar de abordar el recorte en otras partidas, como las destinadas a cooperación cultural, patrimonio turístico, internacionalización de la cultura española, u otros sectores con un menor impacto potencial en la vida de las personas”, según la directora del área de Estudios de Intermón Oxfam, Teresa Cavero.

Inquietante descenso para servicios sociales básicos
Si en 2009 la partida de la AOD destinada a servicios sociales básicos –como educación y salud- era del 15% del total de la AOD y el del 28% de la ayuda bilateral (incluidos los organismos multilaterales de desarrollo), superándose con esto las metas del Plan Director vigente, en 2010 y 2011 el panorama será muy distinto: la partida destinada a servicios bancarios y financieros ascenderá en un 3,31% de toda la AOD entre 2010 y 2011 pero caerá la inversión en todos los sectores importantes de este apartado tales como la educación (un 2,65%), la salud (un 2,35%), el saneamiento y agua (un 3,68%) y la agricultura (un 3,76%).

El descenso de la ayuda a la agricultura y la alimentación es especialmente preocupante en un momento como el actual, en el que los precios de los alimentos están aumentando y la FAO ya ha hecho un llamamiento a las consecuencias que esta subida pueda tener sobre la alimentación de miles de personas.

Además, el descenso de la ayuda española contrasta con la tendencia de los últimos tres años, en los que la ayuda a este sector pasó de 300 millones de euros en 2007 a más de 700 millones en 2009. Este aumento situó a nuestro país, junto con Estados Unidos, Francia y Japón, en el grupo de donantes que encabeza la cooperación en la reducción del hambre, ahora le corresponde actuar con el liderazgo de los grandes donantes.

“La realidad de la ayuda 2010” dedica un capítulo a la lucha contra el hambre. En él destaca que la desregulación del mercado mundial de alimentos, las injustas reglas comerciales, el proteccionismo agrícola en los países ricos, así como el cambio climático, la desprotección del derecho a la tierra o el abandono de la agricultura a pequeña escala son algunos factores que agravan la inseguridad alimentaria y exigen profundas reformas en las políticas nacionales e internacionales.

Vías alternativas de financiación: la estrategia del iceberg
En el pasado, otras crisis financieras han traído un descenso de la ayuda al desarrollo de entre un 20 a un 25%, tocando  fondo aproximadamente cuatro años después del punto álgido de la crisis. “La financiación deberá atender necesidades que serán mayores y también diferentes, provocadas por la recurrencia de futuros shocks. Deberá facilitar un nuevo modelo de crecimiento que establezca como base el progreso, la protección, los servicios, las infraestructuras y el empleo de las familias más vulnerables. Y, sin olvidar, la incorporación de los límites impuestos por la naturaleza como el calentamiento global”, según añade Cavero.

Las estimaciones sobre esta materia apuntan que los recursos necesarios destinados a la financiación global del desarrollo ascenderían a 450.000 millones en 2010, cifra que se acercaría casi al billón de dólares en 2015 -889.590 millones de dólares-, incluyendo la partida de 200.000 millones para luchar contra el cambio climático.

Antes estas necesidades, “a  lo largo de los próximos años la financiación al desarrollo dependerá de la creatividad política y de la innovación institucional y para ello es capital la voluntad de países receptores y donantes” resalta Cavero.

Para conseguir los objetivos marcados en desarrollo, en el periodo de 2010 a 2020 los países desarrollados deberían triplicar la AOD de 2009, y los países en desarrollo deberían incrementar su financiación en más de un 50%. Este aumento que se necesitaría para la financiación global del desarrollo -436.000 millones de dólares- podría provenir, entre otras medidas, del alivio de la deuda y de lucha contra la evasión fiscal, –que liberarían conjuntamente 367.000 millones de dólares-.

“La fiscalidad internacional es como un iceberg: el dinero que se paga es lo que se ve en la superficie y los impuestos que no pagan constituyen la parte principal que se esconde bajo el agua. Es tiempo que estos recursos afloren y se destinen a dar oportunidades a sus legítimos dueños” señala  Cavero.

Fruto de esta reflexión, “La realidad de la ayuda 2010” propone distintas prioridades para dar el gran salto hacia una nueva financiación en 2020. Según  Cavero “habrá suficiente financiación para la lucha contra la pobreza  hasta  2020 si se reduce la evasión fiscal, creando sistemas fiscales justos en los países en desarrollo y se aplica una tasa a las transacciones financieras internacionales -bautizada con el nombre de tasa  Robin Hood-“.
Dicha tasa, que gravaría con sólo un 0,05% las transacciones financieras internacionales podría generaría 300.000 millones de dólares anuales. “El G-20 debe plantear formas eficaces de financiación sostenible para reducir la desigualdad y la pobreza, tal y como han planteado el FMI y la Comisión Europea. En la reunión de septiembre de la ONU en Nueva York el mayor logro fue la intervención de España, junto con la de Francia, la presidencia belga y la Comisión Europea llamando a Europa a defender en bloque la puesta en marcha de esta tasa Robin Hood” apunta  Cavero.

Efecto contagio en la ayuda descentralizada
“La realidad de la ayuda 2010” dedica también un apartado a analizar la ayuda descentralizada –la que dan las comunidades autónomas y las entidades locales-. De la reflexión se concluye que ha habido un efecto contagio. “Estos meses hemos sido testigos de sucesivos anuncios de recortes a nivel descentralizado, y en algún caso muy significativo –como el del ayuntamiento de Madrid y la Comunidad Autónoma de Murcia la total desaparición en el año 2010-2011 de las convocatorias de subvenciones de ayuda al desarrollo”  afirma Ariane Arpa.

En 2009, el porcentaje destinado a este tipo de ayuda bajó más que la cooperación global situándose en el 5%, lo que significó un 13% de la AOD  total neta. De la lectura de los datos aportados en los presupuestos de las CC.AA. para 2010 y 2011 se vislumbra un significativo descenso, de  un 22% acumulado con respecto  2009 –un 8,5% en 2010 y un 13% en 2011, a la espera de la publicación de presupuestos de la Comunidad Autónoma de Cataluña.

Las CC.AA. que más aportaron en términos absolutos en 2009 fueron Andalucía, Cataluña y Castilla-La Mancha. Como en ejercicios anteriores los variabilidad entre comunidades es muy grande. En 2009, Extremadura experimentó un crecimiento del 52% entre 2008-2009, seguido por una subida en torno al 15%, producida en la cooperación de Castilla – La Mancha, Castilla y León y Cantabria. En el lado opuesto, destacan la Comunidad Valenciana y Canarias. La primera redujo en un 40% de ayuda en este periodo. Sin embargo, en el anterior el crecimiento experimentado fue de más de un 111%. Canarias, por su parte, redujeron su aportación a la AOD española en el 14%.

En la referente a la ayuda per cápita,  en 2009 seguían siendo los navarros los más solidarios dedicando 32,75 euros cada uno, seguidos de los castalleno-manchegos, con 22,29 euros, y los vascos, con 18,25 euros.

Preocupante estancamiento en la AOD internacional
En cuanto a la AOD internacional, en 2009 se ha mantenido estable, con relación al año anterior, que tuvo un crecimiento del 10%. El esfuerzo promedio de los donantes se sitúo en el 0,50 de la RNB, ascendiendo la cantidad total en 118.000 millones de dólares. El pronóstico del Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE -CAD- para 2010 apunta a un ligero incremento. Para 2011 las estimaciones no muestran grandes sorpresas, señalando un largo estancamiento de la ayuda al desarrollo.

Al igual que otros años, sólo 5 países alcanzaron o superaron la meta del 0,7% del PNB –Suecia, Noruega, Luxemburgo, Dinamarca y los Países Bajos-. Sin embargo, ninguna de ellos está entre los máximos donantes en cuanto aportación total. Los cinco primeros serían: Estados Unidos, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Japón y el Reino Unido. España habría ascendido un puesto, colocándose en el sexto puesto. Es significativo que entre los cinco países que menos aportan en relación a su RNB se sitúe Estados Unidos y Japón junto con Italia, Portugal y Grecia.
“Según los analistas las ayudas se determinan por consideraciones políticas y estratégicas de los países donantes más que por su orientación a la pobreza. Los cinco países a los que más ayuda se destinó fueron Irak, Afganistán, Indonesia, China e India, quienes recibieron en conjunto una suma equivalente al 85% de toda la ayuda destinada a África Subsahariana” matiza Arpa.

Cabe destacar el papel que la cooperación Sur-Sur está teniendo en el contexto de crisis. Se estima que en 2010 sus aportaciones se elevaron a los 15.000 millones de dólares. Los mayores contribuyentes serían  Arabia Saudí, China, Venezuela y la India. Estos cuatro países significaron el 76% del total de la AOD proveniente del Sur en 2008. Arabia Saudí y Venezuela aportaron más del 0,7% de su RNB. Al examinar las prioridades de la ayuda proveniente de los donantes se revela también el uso estratégico de esta para otros fines más allá de la mera solidaridad.

“En un mundo globalizado la ayuda al desarrollo es un instrumento clave para lograr estabilidad, integración económica, seguridad humana y oportunidades para todos .Los recortes en la ayuda hacen que se pongan en juego los avances de estos últimos años, que podrían desaparecer como el humo si no se dan los pasos para su consolidación” concluye Arpa.

Para tener acceso al informe completo:

http://www.intermonoxfam.org/UnidadesInformacion/anexos/12115/110209_realidadayuda.pdf

Indice

La realidad de la ayuda 2010

Una evaluación independiente de la ayuda y las políticas de desarrollo en tiempos de crisis

 

 

Preámbulo 7

CAPÍTULO 1

Con prisa y sin pausa

Autora: Irene Milleiro

1. La Presidencia española de la Unión Europea. Un esfuerzo sin recompensa 14

2. Golpe de timón al crecimiento de la ayuda 18

3. ¿Y ahora, qué? Una hoja de ruta para la cooperación española 21

4. Conclusiones 25

CAPÍTULO 2

La ayuda al desarrollo en 2009

Autora: Deborah Itriago

1. Un panorama general de la financiación internacional al desarrollo 29

2. Panorama de la cooperación española 46

3. Cooperación descentralizada 92

4. Conclusiones y consideraciones finales 115

CAPÍTULO 3

Cuando más no es suficiente: El papel de España en la lucha contra el hambre

Autora: Arantxa Guereña

1. El desafío de un mundo sin hambre 124

2. Las raíces de una crisis silenciosa 130

3. La respuesta internacional 133

4. La participación de España en la lucha contra el hambre 137

5. ¿Una ayuda eficaz? 146

6. Consideraciones finales y recomendaciones 152

CAPÍTULO 4

La estrategia del iceberg: El futuro de la financiación del desarrollo tras la crisis

Autores: Jaime Atienza, Gonzalo Fanjul, Duncan Green y Dima Karbala

1. Introducción 157

2. ¿Cuánto cuesta el desarrollo? 159

3. Una agenda política para la financiación del desarrollo del siglo XXI 168

4. Conclusión 176

CAPÍTULO 5

Haití en su laberinto

Autoras: Saya Saulière, Lourdes Benavides, Lara Contreras, DARA

1. El impacto del terremoto del 12 de enero 184

2. La respuesta humanitaria 186

3. Los planes de reconstrucción 204

4. La agenda de desarrollo para el futuro de Haití 211

5. Conclusiones 218